Para la conversión de energía solar-oceánica, o también conocida como maremotérmica, es una técnica de obtención de energía que está siendo revisada en la actualidad. Originalmente concebida por el físico francés Jacques Arsene d’Arsonval, tiene su principio de funcionamiento en la diferencia de temperaturas entra las aguas profundas y las cercanas a la superficie. Siempre ha tenido el problema del rendimiento, pero los nuevos diseños en intercambiadores y otros dispositivos térmicos hacen que éste se aproxime al máximo téorico.
La disponibilidad de energía puede llegar a 100 veces la de la energía maremotriz. El concepto hace uso del ciclo termodinámico Rankine con un motor térmico.
En cuanto a su implementación, la primera barrera, como siempre, es la política. Tiene que conseguir subvenciones que en parte dependen de su capacidad para mostrarse competitiva frente a otras energías que ya están subvencionadas. Ya veremos si en el futuro es capaz de poner otro pilar al edificio de las energías renovables.
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