La realización de la zanja y su rellenado depende de los siguientes
parámetros:
- entorno
- características de la tubería ( tipo de junta y diámetro)
- profundidad de colocación.
La inclinación de los taludes de la zanja debe estar en función de la
estabilidad de los suelos (niveles freáticos altos, presencia de lluvias,
profundidad de excavaciones y el ángulo de reposo del material) y su densidad a
fin de concretar la adecuada instalación,
no olvidando el aspecto económico.
En zonas con nivel freático alto, cabe la posibilidad de tener que efectuar
entibados o tablestacados en las paredes de la zanja, a fin de evitar
derrumbes, asimismo, es posible tener que efectuar operaciones de bombeo a fin
de bajar el nivel freático o recuperar una zanja inundada.
Por debajo de la calzada perder la demolición de la vía de circulación, con
recorte previo de los bordes de la zanja para evitar la degradación de las
partes colindantes. La anchura es poco superior al ancho de la zanja.
La excavación suele efectuarse con una pala hidráulica cuyas características
están adaptadas al diámetro del tubo, al entorno y a la profundidad de colocación.
Durante la ejecución se tendrá cuidado para:
- estabilizar las paredes, bien mediante taludes, bien por blindajes
- expurgar los flancos de los taludes para evitar que caigan bloques de tierra o de roca.
La anchura de la zanja es función del diámetro nominal, la naturaleza del
terreno, la profundidad de colocación y del método de blindaje y compactación.
El ancho de la zanja nivel de la parte superior de la tubería debe ser lo
menor posible, de manera que permita una instalación correcta y eficiente, esto
minimiza la carga de la tierra sobre el tubo. Así, un aumento en el ancho de
zanja por encima de la clave del tubo no incrementa la carga de tierra sobre la
tubería. Este aumento de ancho se consigue dando pendiente adecuada a los
costados de la zanja.
Una zanja angosta dificulta la instalación de la tubería (tendido y compactación).
Como recomendación general se sugiere el siguiente ancho de la zanja al
nivel de la clave del tubo: DN+0.50m.
Las zanjas de realizan en cada punto con la profundidad indicada por el
perfil longitudinal. Salvo estipulación diferente de las bases técnicas, la
profundidad normal de las zanjas es tal
que el espesor del relleno no sea inferior a 1 metro por encima de la
generatriz superior del tubo.